domingo, 14 de febrero de 2016

Nuestros escritores en potencia

Chicos y chicas, desde el blog hago una llamada a todos aquellos que quieran compartir con todos nosotros sus historias, microrrelatos, poesías... 
Las recibiremos con los brazos abiertos. Nos gustaría tener muchos más participantes, porque sabéis y podéis. ¡Ánimo! Mirad algunos relatos que han escrito vuestros compañeros de 1º de ESO, Pilar y Jesús Medina Águila.

LA CHICA DE CIUDAD

   Érase una vez una chica llamada Ana. Esta era una chica muy dependiente, pero no dependiente de sus padres, si no de sus riquezas. No podía pasar un segundo sin tecnologías.
   Uno de los tantos días en los que Ana se encontraba molestando a las personas que pasaban por delante de su hermosa y grande casa, o quizás debería decir mansión, Ana vio a una vagabunda y descaradamente le dijo:
-¡Ey! anciana sucia, no se atreva a pasar por mi calle nunca más.
   A lo que la pobre,sabia y misteriosa mujer contestó:
-Señorita no volveré por aquí si acepta mi regalo.
  Ana, al ver la preciosa joya no dudó en correr hacia la sabia señora como si su vida dependiera de ello .
-¿Démela rápido!-gritó una Ana entusiasmada.
   La misteriosa mujer se marchó con una sonrisa maliciosa.
   Ana se colocó el brillante collar en el cuello, al principio sintió algo raro, pero lo ignoró.
  Esa noche Ana estaba pasando mucho frío y se preguntó porqué tenía frío si su casa y gruesa sábana la acurrucaba. Ana se quedó muda al abrir los ojos y ver lo que ocurría.
-¡Qué hago yo aquí!-gritó como loca. 
   Ana estaba parada en medio del inmenso y perturbador bosque.
-No puede ser-dijo una enfadada Ana -Fue esa anciana-gritó echando humo por las orejas.
Pero todo empeoró cuando Ana se vio a sí misma en el reflejo de un charco.
-¡Soy una cierva!-en ese momento Ana ya estaba a punto de darle un paro cardiaco.
   Ana pasó una larga y estresada semana, pero ese tiempo le sentó muy bien, ya que reflexionó sobre todo lo que había hecho anteriormente y de lo que se aprovechaba de sus padres cuando ellos la querían más que a nadie. Al siguiente lunes vio a la misma mujer que poseía una sonrisa triunfante y le dijo:
-Por favor, transfórmeme en persona de nuevo, echo mucho de menos a mis padres-dijo Ana con los ojos cristalizados.
-Has aprendido la lección, pequeña Ana.
   Y con un movimiento de manos Ana volvió a estar en su preciada casa, lo primero que hizo fue correr a abrazar a sus padres. Y nunca más volvió a ser egoísta.

Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Moraleja: No seas egoísta ni aprovechado, se compasivo, humilde y generoso. El universo te devuelve lo que tu das. 

Pilar Mozas 1º ESO





  EL DESEO MALDITO                                                          
                                                   

     Érase una vez un hombre que había tenido muy mala suerte en la vida, se llamaba Federico.
     No tenía familia y tampoco dinero, ya que no trabajaba. Fede no tenía esposa y dentro de poco le embargarían su casa. Además, no tenía amigos y tendría que vivir en la calle.
     Un día se encontró en su casa un objeto muy extraño que decía: “Pide tres deseos”. Fede entusiasmado pidió un deseo.
 - Quiero tener una esposa guapa- pidió.
     Como  por arte de magia  apareció una mujer que enfadada le dejó y se fue de la casa. El objeto cambió su mensaje: “Hay que ser preciso con los deseos”. Por ello Fede pidió otro deseo:
- Quiero ser más guapo y más fuerte- pidió avariciosamente Federico.
     De repente empezaron a darle unos dolores muy fuertes. Se miró al espejo y era más bello y fuerte.
     Bajó a la calle para darle la noticia a su mayor enemigo, Lerry, un viejo brujo que siempre le hacía cosas malas. Cuando le vio, Lerry sacó su varita y le quitó el objeto. Solo le quedaba un deseo que Lerry malgastó.
-Deseo se más joven y guapo y que Federico sea feo y desagradable.
     Todo esto pasó en un santiamén. Además, a Fede le habían embargado la casa en ese momento por lo que viviría en la calle.
     
Colorín colorado este cuento se ha acabado     

Este cuento nos enseña que no hay que ser avariciosos ni egoístas ya que nos pueden pasar cosas malas por no haber ayudado al los demás o por haber pedido solo el bien para nosotros.

Jesús Medina Águila 1º ESO

No hay comentarios:

Publicar un comentario