Mi experiencia en el espacio
Mi primer viaje al espacio fue así. Primero estuve estudiando y practicando simulacros para sobrevivir. Estuvimos estudiando durante 33 años. Cuando llegó el día del lanzamiento mi amigo y yo nos montamos en la nave Anchoa 3.0 para despegar .Al despegar mi compañero sufrió un grave mareo .Cuando salimos de la atmósfera nos quitamos los cinturones de seguridad y empezamos a volar por toda la nave .Cuando pasaron dos horas aproximadamente nos comimos nuestro primer aperitivo .Para hacerlo teníamos que coger unas bolsas plateadas, abrirlas y mezclarlas con agua .Era muy poca cantidad pero eso era lo que debíamos de tomar además de hacer ejercicio todos los días . A los 324 soles llegamos a Marte .Allí hicimos muchos estudios y cogimos muchas muestras de minerales .Nuestra estancia fue de 80 soles .Por suerte mis compañeros y yo salimos ilesos de esa experiencia .Al volver a la Tierra tuvimos un pequeño problema con la comida porque la movimos de lugar y después no la encontrábamos. Aquel día lo pasamos sin comer, pero después vimos que todos los alimentos estaban en una caja junto a la cabina de mandos. El aterrizaje fue lento. Deseábamos con todas nuestras fuerzas poder abrazar de nuevo a nuestras familias. Cuando nos reunimos con ellas, sentimos el júbilo que supone el reencuentro después de tres años sin vernos. Todo eran besos, abrazos, apretones de manos y un sin fin de preguntas como ¿pasaste miedo al principio?
FIN
Carlos Martos Linares
5º de Primaria
Mi nuevo amigo...
Hola, me llamo Fátima y a continuación os contaré mi viaje espacial a Marte.
Estábamos esperando los cursos de 3º, 4º, 5º y 6º en el campo de fútbol para montarnos en el nave espacial llamada Estrella 009 y, después de una hora nos avisaron para montarnos. El despegue fue impresionante, aunque me dio mucho miedo por los ruidos y las vibraciones de la nave. Cuando salimos de la atmósfera la gravedad casi no existía, algunos nos quitamos el cinturón y nos pusimos a dar saltos mientras que otros se recuperaban del miedo que habían pasado. Después de 56 millones de kilómetros llegamos a Marte, pero a Estrella 009 se le rompió uno de los mandos. Por suerte en la nave había herramientas y materiales para arreglarlo. Mientras lo arreglaban encontraban cada vez más dificultades y más problemas, que no eran graves y los pudieron solucionar fácilmente. Al cabo de unas horas todos nos metimos en Estrella 009 porque estábamos muy cansados y enseguida nos dormimos como pudimos encima de unas mantas y bien arropados. Cuando me desperté oí unos ruidos que venían de fuera de la nave y enseguida me asomé. Cuando vi lo que era desperté a los profesores rápidamente pero ellos, sí ellos, los extraterrestres, me descubrieron y entraron en Estrella 009. Ellos sabían hablar como nosotros y nos dijeron:
- No os preocupéis, no os vamos a hacer daño, solo queremos conoceros y hemos visto que tenéis problemas.
- Sí, así es, se nos rompió uno de los mandos, pero lo hemos arreglado.
- Déjame mirar… ¡ aquí ! He encontrado un fallo. Le falta lo más importante, el aceite especial que debe llevar para que funcione correctamente. Nosotros tenemos en nuestro poblado, venid y os lo damos.
Entonces todos fuimos a por el aceite al poblado, y qué nos encontramos… muchísimos extraterrestres y yo me hice amiga de uno llamado <>, era muy gracioso. Por desgracia, los extraterrestres le dieron el aceite rápidamente a los profesores y volvimos a la nave. Cuando se lo echaron a los mandos se lo dieron a <>, el alcalde del poblado, y nos marchamos hacia la Tierra, donde nuestros padres estaban esperándonos preocupados. Por último, cuando aterrizamos, salimos corriendo de la nave, le dimos un abrazo a nuestros padres y les contamos todo lo que había pasado.
Aquí acaba todo. Y si podéis viajar al espacio no dudéis y subid en la nave, vuestra experiencia será impresionante al igual que la de todos mis amigos y la mía.
Fátima Pérez Gay
5º de Primaria
Un viaje interplanetario
Mi primer viaje al espacio fue aún más sorprendente de lo que esperaba.
Me levante al alba, yo estaba nervioso pero sabía que lo lograría. Nada más llegar a la estación espacial fui a la lanzadera. Allí estaban todos mis compañeros y mucha gente esperando mi salida, cuando los comandantes me dijeron que ya iba a despegar mi nave a la que llamé AMADEUS.
Cuando quedaban tres segundos para despegar, puse a punto los mandos para preparar a AMADEUS y cuando despegué la nave empezó a vibrar y temblar, era como si pisas el acelerador del coche y vas a toda velocidad. Cuando iba de camino observé por la ventana nuestro planeta. Era espectacular y me recordó a mis entrenamientos y cuánto había tenido que estudiar para conseguir viajar. Ahora lo había logrado, navegaba en el espacio.
¿Qué haría al llegar? No tenía muy claro lo que sucedería, pero sabía que iba a ser una gran experiencia.
Nada más llegar a Marte fui comprobé la falta de gravedad. Era como si estuvieras sumergido en la piscina, solo que puedes respirar. Había muchos cráteres y en algunas zonas había cultivos de una especie extraña muy parecida a los tomates.
De repente vi a algunos extraterrestres, fu¡ tras ellos pero desaparecieron al instante.
Permanecí allí unos quince días y cuando volví mucha gente aplaudía y había muchas cámaras grabándome y haciéndome preguntas. Lo primero que me preguntaron fue que cómo había sido la experiencia y yo les contesté que era indescriptible, impresionante…
Pero tenía muchas ganas de ver a mi familia y de comer comida rica.
Fue alucinante.
Fin
Alejandro Liébana Contreras
5º de Primaria
UN VIAJE ESPACIAL
Mi primer viaje al espacio fue aún más sorprendente de lo que esperaba.
El día doce de mayo hicimos una excursión al espacio con el colegio C.E.I.P. SAN FRANCISCO DE ASIS. El viaje estaba programado para el alumnado de 5º y 6º de primaria.
Fuimos a la Luna, despegamos desde el campo de fútbol, pero la nave era muy pequeña, entonces la seño tuvo que elegir entre varios niños porque no había espacio en la nave, entre los niños estaba yo.
Cuando llegamos a la Luna nos tuvimos que poner nuestros trajes espaciales porque no podíamos respirar.
Nos lo pasamos muy bien, jugábamos flotando y nos agarrábamos de las manos jugando al corro.
Pero a la vuelta, nos pasó una cosa, que cuando volvíamos a casa tuvimos que hacer un aterrizaje forzoso en el Cerro Fernandico porque se nos acabó el combustible y nos asustamos mucho. Todos gritábamos asustados, pero al final no nos pasó nada aunque la nave quedó inservible.
Y así fue mi primer viaje espacial. Muchas tardes de primavera nos reunimos en el cerro para jugar entre el fuselaje en el que inventamos una y mil historias.
Manuel Águila Lara
5º de Primaria
UN VIAJE AL
ESPACIO
Mi
primer viaje al espacio fue a Saturno el día 22 de marzo. Fui con mi compañero
Antonio. Los dos nos montamos en el cohete espacial y antes de despegar mi sensación
era de tranquilidad. Cuando despegamos lo único que veíamos era un cielo de un
azul intenso y brillante. Cuando salimos de la Atmósfera veíamos cada vez más
de cerca los planetas. Solo transcurrieron cinco horas para que pudiéramos
contemplar Júpiter. Ya nos quedaba muy poco, como mucho media hora, para llegar
a Saturno. La tranquilidad se volvió inquietud y ansiedad por averiguar si ese
sería un posible planeta para instalar allí una estación espacial. Una vez allí
estudiamos todo y nos dimos cuenta de que no se podía vivir.
Más
tarde pusimos a punto nuestra nave, arrancamos y nos marchamos. Aunque me
encantó la experiencia, nos quedamos desilusionados. Llegamos a la tierra y
nuestros informes para la NASA fueron negativos. Allí no se podía vivir. Quizá
en un futuro no muy lejano, lo consigan las generaciones venideras.
Daniel Medina Peragón
5º de Primaria
VIAJE AL ESPACIO
El día en el que
decidí iniciar mi viaje al espacio, presentía que algo iba a ocurrir mal en la
nave. Minutos antes de despegar estaba muy nervioso.
Era el día que
había estado esperando toda mi vida.
En la astronave se
veía mucho humo, la nave era muy grande
y cuando llegamos al espacio me impresioné de lo bonito que era. Se veían un montón de estrellas, era
impresionante.
Cuando llegamos a
Marte había mucho polvo, además conocí a dos astronautas intrépidos: Miguel
López de Alegría y Neil Armstrong. Esas dos bellísimas personas
fueron muy buenos conmigo ya que yo era un principiante en el mundo de la NASA.
El día que tocaba
volver a la Tierra el cohete se quedó sin combustible. Todos estábamos muy
nerviosos, pensando qué iba a ser de
nosotros. Pero por suerte teníamos un tanque de combustible de emergencia. Por
radio llamamos a una nave para que viniera a por nosotros. Mientras que llegaba
la nave salvadora comíamos muy poco para
no gastar nuestras reservas, pero
descubrimos una forma de hacer más comida.
Cuando llegó la
nave y tuvimos que montarnos en ella quedamos aliviados. Por suerte llegamos a
la Tierra sin más contratiempos, pero fue difícil calmarme.
Marcos Uriol Amor
5º de Primaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario